A: “¡No te lo vas a creer!”
B: “¿Qué ha pasado?”
A: “Después de haber estado hablando durante semanas, no se ha presentado a la cita. He intentado contactar y ha desaparecido. He entrado en la aplicación e incluso me ha bloqueado”.
Se estima que un ser humano procesa entre 68.000 y 70.000 pensamientos al día. Cada pensamiento es una interpretación de la realidad que nos acontece, es decir, una foto de una persona, situación… a la que le añadimos la emoción y el sentimiento y en la mayoría de los casos, le colocamos palabras.
Fíjate en el pequeño diálogo anterior. Casi con total seguridad, cada uno de los lectores y lectoras habrán interpretado dicho diálogo, algunos habrán imaginado una conversación entre dos chicas, entre dos chicos o chico y chica, las edades de los individuos también estarán sujetos a nuestra interpretación. Por último, habrá quien se haya sentido identificado o identificada, lo cual le añadimos un sentimiento o un pensamiento a nuestra interpretación. En cualquier caso, en este pequeño diálogo no se hace referencia alguna al género o la edad de los interlocutores.
En estos últimos años, la tecnología al servicio del ser humano ha crecido de forma exponencial, entre otras cosas, para ayudarnos a satisfacer nuestros deseos y necesidades. El amor, ha sido y es, un dilema para la humanidad. Podemos ver que el amor está presente en, prácticamente, todos los aspectos de nuestra vida; cuando escuchamos una canción, leemos un libro, observamos una escultura, un cuadro etc… Somos seres tremendamente emocionales. Estamos en constante vinculación emocional con los que nos rodean, cuando vamos al médico, al mercado o al cine buscamos la empatía con la mirada de nuestro/a interlocutor/a.
De esta misma manera buscamos esa vinculación en las redes sociales y en particular, aquellas aplicaciones en las que nos ponen en contacto con otras personas. Habremos escuchado infinidad de veces comentarios sobre lo enganchados/as que nos sentimos con cierta aplicación o la decepción y frustración que nos provoca charlar con gente y que eso no lleve a nada. Vaya por delante que este artículo no pretende demonizar ni alabar las aplicaciones de contactos, ya que éstas, simplemente son. La pregunta clave sería algo así como:
“¿cuál es mi interpretación acerca de la aplicación y cuáles son mis expectativas?”.
En algunos casos podemos utilizar este tipo de Apps como mera distracción para charlar con otras personas. En otros casos, se usa de forma clandestina para obtener el refuerzo de saber que aún atraemos a otro tipo de gente, y una vez hemos obtenido lo que buscábamos, desaparecemos (Ghosting).
En definitiva, los usuarios de este tipo de aplicaciones están sometidos a una presión extra de interpretación, porque la realidad es que a pesar de las fotos o vídeos que se puedan intercambiar, la única evidencia de la que disponemos son las frases que intercambiamos. No tenemos a esa persona delante, desconocemos cómo se interpretarán nuestras palabras. Nuestro cerebro está diseñado para interpretar situaciones y cuando la información escasea, es nuestra propia mente la que rellena esos huecos con nuestros deseos y nuestros miedos.
Querer tener pareja, o simplemente querer conocer a alguien con quien nos
sintamos cómodos/as sin mayor compromiso, en ocasiones, está estigmatizado, y más aún cuando estas afirmaciones las realiza una mujer, desgraciadamente.
Enseguida se habla de gente desesperada que no sabe estar sola, dando por hecho que esta afirmación no es cierta, e interpretamos que quien lo afirma no solo quiere una pareja sino que LA NECESITA. Por supuesto que el amor puede llegar a convertirse en una necesidad, como el alcohol o las compras, pero no debemos caer en el error de atribuir una dependencia emocional cuando no hay evidencias de ésta.
El amor, es probablemente una de las fuerzas más potentes que posee el ser humano. No resulta conveniente sentirnos presa de él, sino que es el amor el que está subordinado a nosotros, disfrutemos de él de forma plena, con el menor número de interpretaciones y si realmente nos sentimos seguros/as de querer conocer a alguien porque creemos que nos puede aportar esa comodidad a la que hacíamos referencia antes….
QUEDEMOS Y YA VEMOS.
